Libreto | Dia 1 - Triduo a Santa Laura Montoya

 
 
SANTA MISA
SOLEMNE TRIDUO 
A SANTA LAURA MONTOYA
DIA 1

FIESTA DE SAN LUCAS, EVANGELISTA
09.08.2024

RITOS INICIALES

CANTO DE ENTRADA

REUNIDOS EN EL NOMBRE DEL SEÑOR,
QUE NOS HA CONGREGADO ANTE SU ALTAR,
//CELEBREMOS EL MISTERIO DE LA FE
BAJO EL SIGNO DEL AMOR Y LA UNIDAD//

TÚ, SEÑOR, DAS SENTIDO A NUESTRA VIDA,
TU PRESENCIA NOS AYUDA A CAMINAR,
TU PALABRA ES FUENTE DE AGUA VIVA
QUE NOSOTROS, SEDIENTOS, A TU MESA VENIMOS A BUSCAR. ℟.

PURIFICA CON TU GRACIA NUESTRAS MANOS,
ILUMINA NUESTRA MENTE CON TU LUZ,
QUE LA FE SE FORTALEZCA EN TU PALABRA,
Y TU CUERPO, TOMADO EN ALIMENTO, NOS TRAIGA LA SALUD. ℟.

Terminado el canto de entrada, el sacerdote y los fieles, de pie, se santiguan con la señal de la cruz, mientras el sacerdote, vuelto hacia el pueblo, dice: 
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. 
℟. Amén.

El Señor, que dirige nuestros corazones para que amemos a Dios, esté con todos ustedes.
℟. Y con tu espíritu.

ACTO PENITENCIAL

A continuación se hace el acto penitencial, al que el sacerdote invita a los fieles, diciendo:
Al comenzar esta celebración eucarística, pidamos a Dios que nos conceda la conversión de nuestros corazones; así obtendremos la reconciliación y se acrecentará nuestra comunión con Dios y con nuestros hermanos.

Pausa de silencio.

todos dicen en común la fórmula de la confesión general: 
Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión.  
Y, golpeándose el pecho, dicen:
Por mi culpa, por mi culpa, por mí gran culpa. 
Luego, prosiguen:
Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. 

Sigue la absolución del sacerdote: 
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. 
℟. Amén.

SEÑOR, TEN PIEDAD

SEÑOR, TEN PIEDAD.
SEÑOR, TEN PIEDAD.

CRISTO, TEN PIEDAD.
CRISTO, TEN PIEDAD.

SEÑOR, TEN PIEDAD.
SEÑOR, TEN PIEDAD.

GLORIA

GLORIA A DIOS EN EL CIELO,
Y EN LA TIERRA PAZ A LOS HOMBRES
QUE AMA EL SEÑOR.

POR TU INMENSA GLORIA TE ALABAMOS,
TE BENDECIMOS,
TE ADORAMOS,
TE GLORIFICAMOS,
TE DAMOS GRACIAS, ℟.

SEÑOR DIOS, REY CELESTIAL,
DIOS PADRE TODOPODEROSO.
SEÑOR, HIJO ÚNICO, JESUCRISTO;
SEÑOR DIOS, CORDERO DE DIOS,
HIJO DEL PADRE; ℟.

TÚ QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO,
TEN PIEDAD DE NOSOTROS;
TÚ QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO,
ATIENDE NUESTRA SÚPLICA;
TÚ QUE ESTÁS SENTADO A LA DERECHA DEL PADRE,
TEN PIEDAD DE NOSOTROS; ℟.

PORQUE SÓLO TÚ ERES SANTO,
SÓLO TÚ SEÑOR,
SÓLO TÚ ALTÍSIMO, JESUCRISTO,
CON EL ESPÍRITU SANTO
EN LA GLORIA DE DIOS PADRE. ℟.

AMÉN.



ORACIÓN COLECTA

Terminado el himno, el sacerdote, con las manos juntas, dice: 
Oremos.
Y todos, junto con el sacerdote, oran en silencio durante un breve espacio de tiempo. Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice la oración colecta:  
Señor Dios, que elegiste a san Lucas para que revelara, mediante su predicación y sus escritos, el misterio de tu predilección por los pobres, concede, a quienes ya nos gloriamos de llevar tu nombre, tener siempre un solo corazón y una sola alma, y que todos los pueblos lleguen a descubrir tu salvación.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espiritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
℟. Amén.

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA
(2 Tim 4, 9-17b.)

Lucas es el único que está conmigo.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo.

Querido hermano:
Demas me ha abandonado, enamorado de este mundo presente, y se marchó a Tesalónica; Crescente, a Galacia; Tito, a Dalmacia; Lucas es el único que está conmigo. Toma a Marcos y tráelo contigo, pues me es útil para el ministerio. A Tíquico lo envié a Efeso.
El manto que dejé en Tróade, en casa de Carpo, tráelo cuando vengas, y también los libros, sobre todo los pergaminos.
Alejandro, el herrero, se ha portado muy mal conmigo; el Señor le dará el pago conforme a sus obras. Guárdate de él también tú, porque se opuso vehementemente a nuestras palabras.
En mi primera defensa, nadie estuvo a mi lado, sino que todos me abandonaron. ¡No les sea tenido en cuenta!
Mas el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, a través de mí, se proclamara plenamente el mensaje y lo oyeran todas las naciones.

Palabra de Dios.
℟. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
(Sal 144)

℟. Tus santos, Señor, proclaman la gloria de tu reinado.

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles.
Que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. ℟.

Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad. ℟.

El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente. ℟.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
(Jn 10, 27)

℟. ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.

℣. YO LOS HE ELEGIDO DEL MUNDO —DICE EL SEÑOR—
PARA QUE VAYAN Y DEN FRUTO,
Y SU FRUTO PERMANEZCA.

℟. ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.

EVANGELIO
(Lc 10, 1-9)

La mies es abundante y los obreros pocos.

℣. El Señor esté con ustedes.
℟. Y con tu espíritu.

 Lectura del Santo Evangelio según san Lucas.
℟. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos, y los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.
Y les decía:
«La mies es abundante y los obreros pocos; rueguen, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies.
¡Pónganse en camino! Miren que los envío como corderos en medio de lobos. No lleven bolsa, ni alforja, ni sandalias; y no saluden a nadie por el camino.
Cuando entren en una casa, digan primero: “Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos su paz; si no, volverá a ustedes.
Quédense en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No anden cambiando de casa en casa.
Si entran en una ciudad y los reciben, coman lo que les pongan, curen a los enfermos que haya en ella, y díganles: “El reino de Dios ha llegado a ustedes”».

℣. Palabra del Señor.
℟. Gloria a ti, Señor Jesús.

Luego se hace la homilía.

LITURGIA EUCARÍSTICA

CANTO DE OFERTORIO

BENDITO SEAS, SEÑOR,
POR ESTE PAN Y ESTE VINO
QUE GENEROSO NOS DISTE
PARA CAMINAR CONTIGO,
Y SERÁN PARA NOSOTROS
ALIMENTO EN EL CAMINO.

TE OFRECEMOS EL TRABAJO,
LAS PENAS Y LA ALEGRÍA,
EL PAN QUE NOS ALIMENTA
Y EL AFÁN DE CADA DÍA. ℟.

TE OFRECEMOS NUESTRO BARRO
QUE OSCURECE NUESTRAS VIDAS
Y EL VINO QUE NO EMPLEAMOS
PARA CURAR LAS HERIDAS. ℟.

Inciensa las ofrendas, la cruz y el altar. Después el diácono, u otro ministro, inciensa al sacerdote y al pueblo.

Después, de pie en el centro del aftar, de cara al pueblo, extendiendo y juntando las manos, dice:
Oren, hermanos, para que este sacrificio, mío y de ustedes, sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.
℟. El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Luego el Sacerdote, con las manos extendidas, dice la oración sobre las ofrendas:  
Por estos dones del cielo, concédenos, Señor, servirte con libertad de espíritu, para que la ofrenda que te presentamos en la festividad de san Lucas nos sirva de remedio espiritual y nos alcance la gloria eterna. 
Por Jesucristo, nuestro Señor.
℟. Amén. 

PREFACIO DE LOS APÓSTOLES II
Los apóstoles, cimientos de la Iglesia y testigos de Cristo

℣. El Señor esté con ustedes.
℟. Y con tu espíritu.

℣. Levantemos el corazón.
℟. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

℣. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟. Es justo y necesario.

El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas:  
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso, por Cristo, Señor nuestro. 

Porque has cimentado tu Iglesia sobre la roca de los Apóstoles, para que permanezca en el mundo como signo de santidad y señale a todos los hombres el camino que nos lleva hacia ti. 

Por eso, Señor, con todos los ángeles te alabamos ahora y por siempre diciendo con humilde fe:

SANTO

SANTO, SANTO, SANTO, SANTO ES EL SEÑOR, DIOS DEL UNIVERSO.
LLENOS ESTÁN EL CIELO Y LA TIERRA DE TU GLORIA.

HOSANNA EN EL CIELO.

BENDITO EL QUE VIENE EN NOMBRE DEL SEÑOR.

HOSANNA EN EL CIELO.

PLEGARIA EUCARÍSTICA III

El sacerdote, con las manos extendidas, dice:
CP:  
SANTO eres en verdad, Padre, y con razón te alaban todas tus crea turas, ya que por Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro, con la fuerza del Espíritu Santo, das vida y santificas todo, y congregas a tu pueblo sin cesar, para que ofrezca en tu honor un sacrificio sin mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso.

Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas, dice: 
CC:
Por eso, Padre, te suplicamos que santifiques por el mismo Espíritu estos dones que hemos separado para ti,  

Junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz conjuntamente, diciendo:
de manera que se conviertan en el Cuerpo  la Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, Junta las manos. que nos mandó celebrar estos misterios. 

Porque él mismo, la noche en que iba a ser entregado,

Toma el pan y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue: 
tomó pan, y dando gracias te bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos. 

Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora haciendo genuflexión.

Después prosigue: 
Del mismo modo, acabada la cena, 

Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue: 
tomó el cáliz, dando gracias te bendijo, y lo pasó a sus discípulos. 

Muestra el cáliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora haciendo genuflexión.

Luego dice: 
CP:
Éste es el Misterio de la fe. Cristo nos redimió.
℟. Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz, anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas.

Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice: 
CC:
Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la pasión salvadora de tu Hijo, de su admirable resurrección y ascensión al cielo, mientras esperamos su venida gloriosa, te ofrecemos, en esta acción de gracias, el sacrificio vivo y santo. 

Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia, y reconoce en ella la Víctima por cuya inmolación quisiste devolvernos tu amistad, para que, fortalecidos con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y llenos de su Espíritu Santo, formemos en Cristo un solo cuerpo y un solo espíritu. 

C1: 
Que él nos transforme en ofrenda permanente, para que gocemos de tu heredad junto con tus elegidos: con María, la Virgen Madre de Dios, su esposo san José, los apóstoles y los mártires, [san N.: santo del día o patrono] y todos los santos, por cuya intercesión confiamos obtener siempre tu ayuda.

C2: 
Te pedimos, Padre, que esta Víctima de reconciliación traiga la paz y la salvación al mundo entero. Confirma en la fe y en la caridad a tu Iglesia, peregrina en la tierra: a tu servidor, el Papa Juan Pablo VI, a nuestro Obispo Pablo, al orden episcopal, a los presbíteros y diáconos, y a todo el pueblo redimido por ti.

Atiende los deseos y súplicas de esta familia que has congregado en tu presencia. Reúne en torno a ti, Padre misericordioso, a todos tus hijos dispersos por el mundo. 

 A nuestros hermanos difuntos y a cuantos murieron en tu amistad recíbelos en tu reino, donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria,  

Junta las manos. 
por Cristo, Señor nuestro, por quien concedes al mundo todos los bienes. 

Toma la patena con el pan consagrado y el cáliz, los eleva y dice:
CP o CC:
Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. 
℟. Amén.


RITO DE COMUNIÓN

Una vez depositados el cáliz y la patena sobre el altar, el sacerdote, con las manos juntas, dice:
El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado; digamos con fe y esperanza:

Extiende las manos y, junto con el pueblo, continúa:
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.

Solo el sacerdote, con las manos extendidas, prosigue diciendo:
Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.
℟. Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.  

Solo el sacerdote, con las manos extendidas, prosigue diciendo:
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: «La paz os dejo, mi paz os doy», no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. 
Junta las manos. 
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
℟. Amén. 

El sacerdote, vuelto hacia el pueblo, extendiendo y juntando las manos, alidde: 
La paz del Señor esté siempre con ustedes.
℟. Y con tu espíritu. 

Luego, si se juzga oportuno, el diácono, o el sacerdote, añade: 
Como hijos de Dios, intercambien ahora un signo de comunión fraterna.

CORDERO DE DIOS

CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO,
TEN PIEDAD DE NOSOTROS.

CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO,
TEN PIEDAD DE NOSOTROS.

CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO,
DANOS, DANOS LA PAZ.

El sacerdote hace genuflexión, toma el pan consagrado y, sosteniéndolo un poco elevado sobre la patena o sobre el cáliz, de cara al pueblo, dice con voz clara:
Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor.
℟. Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

CANTO DE COMUNIÓN

TÚ ERES MI VIDA, YO NO TENGO MÁS:
TÚ ERES MI ESPERANZA, ERES MI VERDAD;
SIEMPRE EN TU PALABRA YO CAMINARÉ 
HASTA QUE TENGA RESPIRO, 
HASTA QUE TÚ LO DIGAS. 
NO TENDRÉ YA MIEDO 
SI A MI LADO ESTÁS; 
POR FAVOR TE PIDO: QUÉDATE.

TÚ ERES MI FUERZA, YO NO TENGO MÁS:
TÚ ERES MI PAZ Y MI LIBERTAD, 
POR NADA EN LA VIDA ME SEPARARÉ, 
CON TU MANO FUERTE 
NUNCA TÚ ME DEJARÁS. 
DE TODO PELIGRO 
ME LIBERARÁS 
Y EN TU PENSAMIENTO VIVIRÉ. ℟.

CREO EN TI, SEÑOR, HIJO DE MARÍA,
HIJO ETERNO Y SANTO, DIOS HECHO HUMANO, 
MUERTO POR AMOR, SIEMPRE TE AMARÉ, 
CON EL PADRE Y CON LOS TUYOS 
HAZ HECHO UNIDAD. 
¿HASTA CUÁNDO TÚ 
VAS A RETORNAR?
VUELVE, OH SEÑOR, OTRA VEZ. ℟.

PADRE DE LA VIDA, YO CONFÍO EN TI;
HIJO SALVADOR, ME ABANDONO EN TI; 
ESPÍRITU DE AMOR NOSOTROS TE QUEREMOS, 
DESDE MIL CAMINOS NOS LLEVAS A LA UNIDAD; 
Y POR MIL CAMINOS, 
DONDE TÚ LO QUIERAS, 
SEREMOS SEMILLAS DE TU AMOR. ℟.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Luego, de pie en el altar o en la sede, el sacerdote, vuelto hacia el pueblo, con las manos juntas, dice:
Oremos.
Y todos, junto con el sacerdote, oran en silencio durante unos momentos, a no ser que este silencio ya se hdya hecho antes. Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice la oración después de la Comunión:
Concédenos, Dios todopoderoso, que los dones recibidos de tu santo altar nos santifiquen y nos fortalezcan en la fe del Evangelio, que san Lucas predicó.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
℟. Amén.

ORACIÓN A SANTA LAURA MONTOYA

Todos: 
Dios misericordioso, que prodigaste Tu Amor y Tus Dones a Santa Laura Montoya, haciéndola fiel discípula de Tu Hijo y misionero de los más pobres; concédenos, por su intercesión, que, movidos por la fuerza de Tu Espíritu, anunciemos a todos el Evangelio, alcancemos el don de la paz y si es Tu Voluntad, encontremos ayuda en nuestra necesidad. 
℟. Amén.


EN LA PAZ, EN LA PAZ DE MI ALMA, SEÑOR,
SOLO SÉ, SOLO SÉ YO DECIRTE QUE SI,
ESE SI ES PREGASIO DE VIDA SIN FIN,
QUE ENCIENDE DE AMOR, UN VOLCAN SOBRE MI.

//SI, SI, SI,
SI TE DICE MI AMOR.
SI, SI, SI,
SI TE REPITE EL DOLOR.
SI, SI, SI,
SI TE GRITO EN MI SUEÑO,
SI EL HERVIR DE MI SANGRE
SUSUPIRAR POR MI DUEÑO//


RITO DE CONCLUSIÓN

BENDICIÓN SOLEMNE

Después tiene lugar la despedida. El sacerdote, vuelto hacia el pueblo, extendiendo las manos, dice:  
El Señor esté con ustedes.
℟. Y con tu espíritu. 

Si es oportuno, el sacerdote o diácono dice:  
Inclínense para recibir la bendición.
 
℣. Que Dios, nuestro Padre, que nos ha congregado para celebrar hoy la fiesta de San Lucas, los bendiga, los proteja, y los confirme en su paz.
℟. Amén.

℣. Que Cristo, el Señor, que ha manifestado en San Lucas la fuerza renovadora del misterio pascual, los haga auténticos testigos de su Evangelio.
℟. Amén.

℣. Que el Espíritu Santo, que en San Lucas nos ha ofrecido un ejemplo de caridad evangélica, les conceda la gracia de acrecentar en la Iglesia la verdadera comunión de fe y de amor.
℟. Amén.

℣. Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre , Hijo , y Espíritu ✠ Santo, descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
℟. Amén.

Luego el diácono, o el mismo sacerdote, con las manos juntas, vuelto hacia el pueblo, dice:
Pueden ir en paz. 
℟. Demos gracias a Dios.

Después el sacerdote venera el altar con un beso, como al comienzo. Seguidamente, hecha una inclinación profunda con los ministros, se retira.



CANTO DE SALIDA

MIENTRAS RECORRES LA VIDA, 
TÚ NUNCA SOLO ESTÁS,
CONTIGO POR EL CAMINO 
SANTA MARÍA VA.

//VEN CON NOSOTROS AL CAMINAR, 
SANTA MARÍA, VEN.//

AUNQUE TE DIGAN ALGUNOS 
QUE NADA PUEDE CAMBIAR,
LUCHA POR UN MUNDO NUEVO, 
LUCHA POR LA VERDAD. ℟.

SI POR EL MUNDO LOS HOMBRES 
SIN CONOCERSE VAN,
NO NIEGUES NUNCA TU MANO 
AL QUE CONTIGO VA. ℟.

AUNQUE PAREZCAN TUS PASOS 
INÚTIL CAMINAR,
TÚ VAS HACIENDO CAMINOS: 
OTROS LOS SEGUIRÁN. ℟.


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