Libreto | Día 2 - Triduo a Santa Laura Montoya

  
 
SANTA MISA
SOLEMNE TRIDUO 
A SANTA LAURA MONTOYA
DIA 2

MEMORIA DE SAN PABLO DE LA CRUZ,
PRESBÍTERO
19.10.2024

RITOS INICIALES

CANTO DE ENTRADA

VIENEN CON ALEGRÍA, SEÑOR
CANTANDO VIENEN CON ALEGRÍA, SEÑOR
//LOS QUE CAMINAN POR LA VIDA, SEÑOR
SEMBRANDO TU PAZ Y AMOR.//
 
VIENEN TRAYENDO LA ESPERANZA
A UN MUNDO CARGADO DE ANSIEDAD
A UN MUNDO QUE BUSCA Y QUE NO ALCANZA
CAMINOS DE AMOR Y DE AMISTAD. ℟.

VIENEN TRAYENDO ENTRE SUS MANOS
ESFUERZOS DE HERMANOS POR LA PAZ
DESEOS DE UN MUNDO MÁS HUMANO
QUE NACEN DEL BIEN Y LA VERDAD. ℟.

CUANDO EL ODIO Y LA VIOLENCIA
ANIDEN EN NUESTRO CORAZÓN
EL MUNDO SABRÁ QUE POR HERENCIA
LE AGUARDAN LA TRISTEZA Y EL DOLOR. ℟.

Terminado el canto de entrada, el sacerdote y los fieles, de pie, se santiguan con la señal de la cruz, mientras el sacerdote, vuelto hacia el pueblo, dice: 
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. 
℟. Amén.

La paz, la caridad y la fe, de parte de Dios Padre, y de Jesucristo, el Señor, estén con todos ustedes.
℟. Y con tu espíritu.

ACTO PENITENCIAL

A continuación se hace el acto penitencial, al que el sacerdote invita a los fieles, diciendo:
Jesucristo, el justo, intercede por nosotros y nos reconcilia con el Padre. Abramos, pues, nuestro espíritu al arrepentimiento, ·para acercarnos a la mesa del Señor.

Pausa de silencio.

El sacerdote dice:
Señor, ten misericordia de nosotros.
℟. Porque hemos pecado contra ti. 

Muéstranos, Señor, tu misericordia.
℟. Y danos tu salvación.
 
El sacerdote concluye con la siguiente plegaria:
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
℟. Amén.


SEÑOR, TEN PIEDAD

SEÑOR, TEN PIEDAD.
SEÑOR, TEN PIEDAD.
SEÑOR, TEN PIEDAD.

CRISTO, TEN PIEDAD.
CRISTO, TEN PIEDAD.
CRISTO, TEN PIEDAD.

SEÑOR, TEN PIEDAD.
SEÑOR, TEN PIEDAD.
SEÑOR, TEN PIEDAD.

ORACIÓN COLECTA

Terminado el himno, el sacerdote, con las manos juntas, dice: 
Oremos.
Y todos, junto con el sacerdote, oran en silencio durante un breve espacio de tiempo. Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice la oración colecta:  
Concédenos, Señor, que el presbítero san Pablo, cuyo único amor fue la cruz, nos alcance tu gracia, para que, vivamente estimulados por su ejemplo, abracemos con fortaleza nuestra propia cruz.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espiritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
℟. Amén.

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA
(Ef 1, 15-23)

El Padre dio a Cristo como Cabeza, sobre todo, a la Iglesia, que es su cuerpo

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios.

Hermanos:
Habiendo oído hablar de su fe en Cristo y de su amor a todos los santos, no ceso de dar gracias por ustedes, recordándolos en mis oraciones, a fin de que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la Gloria, les dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo, e ilumine los ojos de su corazón para que comprendan cuál es la esperanza a la que los llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos , y cual la extraordinaria grandeza de su poder en favor de nosotros, los creyentes, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, poder, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no solo en este mundo, sino en el futuro.
Y «todo lo puso bajo sus pies», y lo dio a la Iglesia, como Cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que llena todo en todos.

Palabra de Dios.
℟. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
(Sal 8)

℟. Diste a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos.

¡Señor, Dios nuestro,
qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.
De la boca de los niños de pecho
has sacado una alabanza. ℟.

Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos,
la luna y las estrellas que has creado.
¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él,
el ser humano, para mirar por él? ℟.

Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad;
le diste el mando sobre las obras de tus manos.
Todo lo sometiste bajo sus pies. ℟.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
(Jn 10, 27)

℟. ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.

℣. EL ESPÍRITU DE LA VERDAD DARÁ TESTIMONIO DE MÍ- DICE EL SEÑOR-; 
Y USTEDES DARÁN TESTIMONIO

℟. ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.

EVANGELIO
(Lc 12, 8-12)

El Espíritu Santo les enseñará en aquel momento lo que tienen que decir

℣. El Señor esté con ustedes.
℟. Y con tu espíritu.

 Lectura del Santo Evangelio según san Lucas.
℟. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Todo aquel que se declare por mí ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará por él ante los ángeles de Dios, pero si uno me niega ante los hombres, será negado ante los ángeles de Dios.
Todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre podrá ser perdonado, pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo no se le perdonará.
Cuando los conduzcan a las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no se preocupen de cómo o con qué razones se defenderán o de lo que van a decir, porque el Espíritu Santo les enseñará en aquel momento lo que tienen que decir».

℣. Palabra del Señor.
℟. Gloria a ti, Señor Jesús.

Luego se hace la homilía.

LITURGIA EUCARÍSTICA

CANTO DE OFERTORIO

ESTE PAN Y VINO, SEÑOR
SE TRANSFORMARÁN
EN TU CUERPO Y SANGRE, SEÑOR
EN NUESTRO MANJAR

GRACIAS AL SOL Y AL LABRADOR
EN EL ALTAR FLORECEN HOY
LAS ESPIGAS, LOS RACIMOS
QUE PRESENTAMOS A DIOS. ℟.

LO QUE SEMBRÉ CON MI DOLOR
LO QUE PEDÍ EN MI ORACIÓN
HOY SON FRUTOS, SON OFRENDAS
QUE PRESENTAMOS A DIOS. ℟.

Inciensa las ofrendas, la cruz y el altar. Después el diácono, u otro ministro, inciensa al sacerdote y al pueblo.

Después, de pie en el centro del aftar, de cara al pueblo, extendiendo y juntando las manos, dice:
En el momento de ofrecer el sacrificio de toda la Iglesia, oremos a Dios, Padre todopoderoso.
℟. El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Luego el Sacerdote, con las manos extendidas, dice la oración sobre las ofrendas:  
Dios todopoderoso, mira el sacrificio que te ofrecemos en la memoria de san Pablo de la Cruz, y concede a cuantos celebramos el misterio de la pasión del Señor imitar lo que realizamos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
℟. Amén. 

PREFACIO DE LAS SANTAS VÍRGENES 
Y SANTOS RELIGIOSOS
Significado de la Vida Consagrada exclusiva a Dios

℣. El Señor esté con ustedes.
℟. Y con tu espíritu.

℣. Levantemos el corazón.
℟. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

℣. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟. Es justo y necesario.

El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas:  
En verdad es justo y necesario, que te alaben, Señor, tus criaturas del cielo y de la tierra, y, al recordar a los santos que por el reino de los cielos se consagraron a Cristo, celebremos la grandeza de tus designios. 

En ellos recobra el hombre la santidad primera, que de ti había recibido, y gusta ya en la tierra los dones reservados para el cielo. 

Por eso, con todos los ángeles y santos, te alabamos, proclamando sin cesar:

SANTO

SANTO, SANTO, SANTO, SANTO ES EL SEÑOR, DIOS DEL UNIVERSO.
LLENOS ESTÁN EL CIELO Y LA TIERRA DE TU GLORIA.

HOSANNA EN EL CIELO.

BENDITO EL QUE VIENE EN NOMBRE DEL SEÑOR.

HOSANNA EN EL CIELO.

PLEGARIA EUCARÍSTICA II

El sacerdote, con las manos extendidas, dice:
CP:  
SANTO eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad;

Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas, dice: 
CC:
por eso te pedimos que santifiques estos dones con la efusión de tu Espíritu,

Junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz conjuntamente, diciendo:
de manera que se conviertan para nosotros en el Cuerpo y  la Sangre de Jesucristo, nuestro Señor.

Él cual, cuando iba a ser entregado a su pasión, voluntariamente aceptada,

Toma el pan y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue: 
tomó pan, dándote gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos.

Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora haciendo genuflexión.

Después prosigue: 
Del mismo modo, acabada la cena, 

Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue: 
tomó el cáliz, y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos.

Muestra el cáliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora haciendo genuflexión.

Luego dice: 
CP:
Éste es el Sacramento de nuestra fe.
℟. Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!

Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice: 
CC:
Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, te ofrecemos el Pan de Vida y el Cáliz de Salvación, y te damos gracias porque nos haces dignos de servirte en tu presencia.

Te pedimos humildemente que el Espíritu Santo congregue en la unidad a cuantos participamos del Cuerpo y Sangre de Cristo. 

C1: 
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra; y con el Papa Juan Pablo VI, con nuestro Obispo Pablo, y todos los pastores que cuidan de tu pueblo, llévala a su perfección por la caridad.

C2: 
Acuérdate también de nuestros hermanos que se durmieron en la esperanza de la resurrección, y de todos los que han muerto en tu misericordia; admítelos a contemplar la luz de tu rostro. 

Ten misericordia de todos nosotros, y así, con María, la Virgen Madre de Dios, su esposo san José, los apóstoles y cuantos vivieron en tu amistad a través de los tiempos, merezcamos, por tu Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna y cantar tus alabanzas.

Junta las manos. 

Toma la patena con el pan consagrado y el cáliz, los eleva y dice:
CP o CC:
Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. 
℟. Amén.


RITO DE COMUNIÓN

Una vez depositados el cáliz y la patena sobre el altar, el sacerdote, con las manos juntas, dice:
El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado; digamos con fe y esperanza:

Extiende las manos y, junto con el pueblo, continúa:
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.

Solo el sacerdote, con las manos extendidas, prosigue diciendo:
Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.
℟. Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.  

Solo el sacerdote, con las manos extendidas, prosigue diciendo:
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: «La paz os dejo, mi paz os doy», no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. 
Junta las manos. 
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
℟. Amén. 

El sacerdote, vuelto hacia el pueblo, extendiendo y juntando las manos, alidde: 
La paz del Señor esté siempre con ustedes.
℟. Y con tu espíritu. 

Luego, si se juzga oportuno, el diácono, o el sacerdote, añade: 
En Cristo, que nos ha hecho hermanos con su cruz, dense la paz como signo de reconciliación.

CORDERO DE DIOS

CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO,
TEN PIEDAD DE NOSOTROS.

CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO,
TEN PIEDAD DE NOSOTROS.

CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO,
DANOS LA PAZ.

El sacerdote hace genuflexión, toma el pan consagrado y, sosteniéndolo un poco elevado sobre la patena o sobre el cáliz, de cara al pueblo, dice con voz clara:
Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor.
℟. Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

CANTO DE COMUNIÓN

UNA ESPIGA DORADA POR EL SOL
EL RACIMO QUE CORTA EL VIÑADOR
//SE CONVIERTEN, AHORA, EN PAN Y VINO DE AMOR
EN EL CUERPO Y LA SANGRE DEL SEÑOR//

COMPARTIMOS LA MISMA COMUNIÓN
SOMOS TRIGOS DEL MISMO SEMBRADOR
//UN MOLINO, LA VIDA NOS TRITURA CON DOLOR
DIOS NOS HACE EUCARISTÍA EN EL AMOR// ℟.

COMO GRANOS QUE HAN HECHO EL MISMO PAN
COMO NOTAS QUE TEJEN UN CANTAR
//COMO GOTAS DE AGUA QUE SE FUNDEN EN EL MAR
LOS CRISTIANOS UN CUERPO FORMARÁN// ℟.

EN LA MESA DE DIOS SE SENTARÁN
COMO HIJOS SU PAN COMULGARÁN
//UNA MISMA ESPERANZA CAMINANDO CANTARÁN
EN LA VIDA COMO HERMANOS SE AMARÁN// ℟.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Luego, de pie en el altar o en la sede, el sacerdote, vuelto hacia el pueblo, con las manos juntas, dice:
Oremos.
Y todos, junto con el sacerdote, oran en silencio durante unos momentos, a no ser que este silencio ya se hdya hecho antes. Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice la oración después de la Comunión:
Oh, Dios, que iluminaste de modo admirable el misterio de la cruz en san Pablo, concédenos, por tu bondad, que, fortalecidos por este sacrificio, permanezcamos siempre fieles a Cristo y trabajemos en la Iglesia por la salvación de todos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
℟. Amén.

ORACIÓN A SANTA LAURA MONTOYA

Todos: 
Dios misericordioso, que prodigaste Tu Amor y Tus Dones a Santa Laura Montoya, haciéndola fiel discípula de Tu Hijo y misionero de los más pobres; concédenos, por su intercesión, que, movidos por la fuerza de Tu Espíritu, anunciemos a todos el Evangelio, alcancemos el don de la paz y si es Tu Voluntad, encontremos ayuda en nuestra necesidad. 
℟. Amén.


EN LA PAZ, EN LA PAZ DE MI ALMA, SEÑOR,
SOLO SÉ, SOLO SÉ YO DECIRTE QUE SI,
ESE SI ES PREGASIO DE VIDA SIN FIN,
QUE ENCIENDE DE AMOR, UN VOLCAN SOBRE MI.

//SI, SI, SI,
SI, TE DICE MI AMOR.
SI, SI, SI,
SI, TE REPITE EL DOLOR.
SI, SI, SI,
SI, TE GRITO EN MI SUEÑO,
SI EL HERVIR DE MI SANGRE
SUSUPIRAR POR MI DUEÑO//


RITO DE CONCLUSIÓN

BENDICIÓN

Después tiene lugar la despedida. El sacerdote, vuelto hacia el pueblo, extendiendo las manos, dice:  
El Señor esté con ustedes.
℟. Y con tu espíritu. 

℣. Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre , Hijo , y Espíritu ✠ Santo, descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
℟. Amén.

Luego el diácono, o el mismo sacerdote, con las manos juntas, vuelto hacia el pueblo, dice:
Pueden ir en paz. 
℟. Demos gracias a Dios.

Después el sacerdote venera el altar con un beso, como al comienzo. Seguidamente, hecha una inclinación profunda con los ministros, se retira.



CANTO DE SALIDA

SANTA MARÍA, DE LA ESPERANZA
// MANTÉN EL RITMO DE NUESTRA ESPERA //

NOS DISTE AL ESPERADO DE LOS TIEMPOS,
MIL VECES PROMETIDO EN LOS PROFETAS.
Y NOSOTROS DE NUEVO DESEAMOS
QUE VUELVA A REPETIRNOS SUS PROMESAS. ℟.

BRILLASTE COMO AURORA DEL GRAN DÍA,
PLANTABA DIOS SU TIENDA EN NUESTRO SUELO.
Y NOSOTROS SOÑAMOS CON SU VUELTA,
QUEREMOS LA LLEGADA DE SU REINO. ℟.

ESPERASTE CUANDO TODOS VACILABAN
EL TRIUNFO DE JESÚS SOBRE LA MUERTE,
Y NOSOTROS ESPERAMOS QUE SU VIDA,
ANIME NUESTRO MUNDO PARA SIEMPRE. ℟.

VIVISTE CON LA CRUZ DE LA ESPERANZA
TENSANDO EN EL AMOR DE LARGA ESPERA.
Y NOSOTROS BUSCAMOS CON LOS HOMBRES
EL NUEVO AMANECER DE NUESTRA TIERRA. ℟.


© Arquidiócesis de Medellín - Minecraft.
Todos los derechos reservados
Prohibida su copia o su reproducción total o parcial

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente