Libreto | Solemnidad del Cuerpo y Sangre Santísimos de Cristo

    

 
SANTA MISA
CUARTO DÍA DEL CONGRESO EUCARÍSTICO INTERNACIONAL

CUERPO Y SANGRE SANTÍSIMOS DE CRISTO
SOLEMNIDAD

CELEBRADA POR SER
ROBERTO CAR. DELGADO
XIX.VI.MMXXV

RITOS INICIALES

CANTO DE ENTRADA
(Alrededor de tu mesa)

/ALREDEDOR DE TU MESA VENIMOS A RECORDAR/
QUE TU PALABRA ES CAMINO, TU CUERPO FRATERNIDAD,
QUE TU PALABRA ES CAMINO, TU CUERPO FRATERNIDAD.

HEMOS VENIDO A TU MESA
A RENOVAR EL MISTERIO DE TU AMOR,
CON NUESTRAS MANOS MANCHADAS
ARREPENTIDOS BUSCAMOS TU PERDÓN. ℟.

JUNTOS Y A VECES SIN VERNOS,
CELEBRAMOS TU PRESENCIA SIN SENTIR
QUE SE INTERRUMPE EL CAMINO
SI NO VAMOS COMO HERMANOS HACIA TI. ℟.

Terminado el canto de entrada, el sacerdote y los fieles, de pie, se santiguan con la señal de la cruz, mientras el sacerdote, vuelto hacia el pueblo, dice: 
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. 
℟. Amén.

La paz esté con ustedes.
℟. Y con tu espíritu.

ACTO PENITENCIAL

A continuación se hace el acto penitencial, al que el sacerdote invita a los fieles, diciendo:
El Señor Jesús, que nos invita a la mesa de la Palabra y de la Eucaristía, nos llama ahora a la conversión. Reconozcamos, pues, que somos pecadores e invoquemos con esperanza la misericordia de Dios.

Pausa de silencio.

El sacerdote dice:
Señor, ten misericordia de nosotros.
℟. Porque hemos pecado contra ti. 

Muéstranos, Señor, tu misericordia.
℟. Y danos tu salvación.
 
El sacerdote concluye con la siguiente plegaria:
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
℟. Amén.


SEÑOR, TEN PIEDAD
(Misa Colombiana)

SEÑOR, TEN PIEDAD.
SEÑOR, TEN PIEDAD.

CRISTO, TEN PIEDAD.
CRISTO, TEN PIEDAD.

SEÑOR, TEN PIEDAD.
SEÑOR, TEN PIEDAD.

GLORIA
(Alrededor de tu mesa)

GLORIA A DIOS EN EL CIELO,
Y EN LA TIERRA PAZ A LOS HOMBRES
QUE AMA EL SEÑOR.

POR TU INMENSA GLORIA TE ALABAMOS,
TE BENDECIMOS,
TE ADORAMOS,
TE GLORIFICAMOS,
TE DAMOS GRACIAS, ℟.

SEÑOR DIOS, REY CELESTIAL,
DIOS PADRE TODOPODEROSO.
SEÑOR, HIJO ÚNICO, JESUCRISTO;
SEÑOR DIOS, CORDERO DE DIOS,
HIJO DEL PADRE; ℟.

TÚ QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO,
TEN PIEDAD DE NOSOTROS;
TÚ QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO,
ATIENDE NUESTRA SÚPLICA;
TÚ QUE ESTÁS SENTADO A LA DERECHA DEL PADRE,
TEN PIEDAD DE NOSOTROS; ℟.

PORQUE SÓLO TÚ ERES SANTO,
SÓLO TÚ SEÑOR,
SÓLO TÚ ALTÍSIMO, JESUCRISTO,
CON EL ESPÍRITU SANTO
EN LA GLORIA DE DIOS PADRE. ℟.

AMÉN.

ORACIÓN COLECTA

Terminado el himno, el sacerdote, con las manos juntas, dice: 
Oremos.
Y todos, junto con el sacerdote, oran en silencio durante un breve espacio de tiempo. Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice la oración colecta:  
Oh, Dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. 
Tú, que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espiritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
℟. Amén.

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA
(Gén 14, 18-20)

Ofreció pan y vino.

Lectura del libro del Génesis.

En aquellos días, Melquisedec, rey de Salén, sacerdote del Dios altísimo, sacó pan y vino, y le bendijo diciendo:
«Bendito sea Abrán por el Dios altísimo,
creador de cielo y tierra;
bendito sea el Dios altísimo,
que te ha entregado tus enemigos».
Y Abrán le dio el diezmo de todo.

Palabra de Dios.
℟. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
(Sal 109, 1bcde. 2. 3. 4 (R.: 4bc))

℟. Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.

Oráculo del Señor a mi Señor:
«Siéntate a mi derecha,
y haré de tus enemigos
estrado de tus pies». ℟.

Desde Sión extenderá el Señor
el poder de tu cetro:
somete en la batalla a tus enemigos. ℟.

«Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,
entre esplendores sagrados;
yo mismo te engendré, desde el seno,
antes de la aurora». ℟.

El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:
«Tú eres sacerdote eterno,
según el rito de Melquisedec». ℟.

SEGUNDA LECTURA
(1 Cor 11, 23-26)

Cada vez que comen y beben, proclaman la muerte del Señor.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios.

Hermanos:
Yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido:
que el Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, tomó pan y, pronunciando la Acción de Gracias, lo partió y dijo:
«Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía».
Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo:
«Este cáliz es la nueva alianza en mi sangre; hagan esto cada vez que lo beban, en memoria mía».
Por eso, cada vez que comen de este pan y beben del cáliz, proclaman la muerte del Señor, hasta que vuelva.

Palabra de Dios.
℟. Te alabamos, Señor.

SECUENCIA
(Marco Frisina)

Sión alaba a tu Salvador
y canta con gozo a tu  pastor
con fuerza y júbilo cantamos 
a Cristo Redentor de los hombres 
que entrega al mundo su Cuerpo
y salva a los hombres con su sangre.

Oh, pan vivo que das vida,
oh don de amor a tu Iglesia,
reunidos en la última cena
Le diste a los apóstoles tu cuerpo
En tu memoria celebramos 
en cada misa el sacrificio incruento.

Obedeciendo a tu mandato 
el pan y el vino consagramos 
nosotros por la fe creemos
que el pan se transforma en tu cuerpo 
que el vino se transforma en sangre
la fe confiesa aquello que no vemos.

El pan sagrado de los ángeles 
se hace pan de caminantes 
este es el pan de los hijos 
que no debe entregarse al que es indigno 
aquel maná en el desierto
prefiguraba este pan verdadero.

Oh Buen Pastor, pan verdadero 
Jesús ten piedad de tu Iglesia
Defiende y nutre a tus hermanos
llévanos a la mesa de tu reino 
y con tus ángeles y santos 
gocemos del banquete sempiterno.
Amén.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
(Jn 6, 51)

℟. Aleluya, aleluya, aleluya.

℣. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo
—dice el Señor—;
el que coma de este pan vivirá para siempre.

℟. Aleluya, aleluya, aleluya.

EVANGELIO
(Lc 9, 11b-17)

Comieron todos y se saciaron.

℣. El Señor esté con ustedes.
℟. Y con tu espíritu.

 Lectura del Santo Evangelio según san Lucas.
℟. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús hablaba a la gente del reino y sanaba a los que tenían necesidad de curación. El día comenzaba a declinar. Entonces, acercándose los Doce, le dijeron:
«Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en descampado».
Él les contestó:
«Denles ustedes de comer».
Ellos replicaron:
«No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para toda esta gente».
Porque eran unos cinco mil hombres.
Entonces dijo a sus discípulos:
«Hagan que se sienten en grupos de unos cincuenta cada uno».
Lo hicieron así y dispusieron que se sentaran todos. Entonces, tomando él los cinco panes y los dos peces y alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y recogieron lo que les había sobrado: doce cestos de trozos.

℣. Palabra del Señor.
℟. Gloria a ti, Señor Jesús.

Luego se hace la homilía.

PROFESIÓN DE FE
(Símbolo Niceno-constantinopolitano)

Terminada la homilía, cuando está prescrito, se canta o se dice el Símbolo o Profesión de fe:
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, 
En las palabras que siguen, hasta se hizo hombre, todos se inclinan. 
y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pílato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reíno no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén. 

ORACIÓN DE LOS FIELES

El sacerdote invita a los fieles a orar:
Hermanos, Dios Padre, nos ha dejado su presencia en su Hijo, verdadero Pan de Vida, por eso pidámosle con confianza y digamos:

℟. Escúchanos, Padre de amor.

1. Por la Iglesia, para que siempre renueve el sacrificio del altar y viva con gozo su fe en Jesús, realmente presente en la Eucaristía. Oremos. ℟.

2. Por los gobernantes de las naciones, para que puedan ser siempre reflejo de equidad y justicia en medio de sus comunidades, y así trabajar por el bien de todas las personas. Oremos. ℟.

3. Por los enfermos, para que en este sacramento de caridad puedan ver el rostro de amor de Dios que los acompaña en medio de las contrariedades de la vida. Oremos.  ℟.

4. Por los sacerdotes, para que a imitación de Cristo que dio su vida por todos los hombres, lleven una vida acorde con los Sacramentos que celebran. Oremos. ℟.

5. Por nosotros, para que al comulgar con el Cuerpo y la Sangre del Redentor, vayamos transformando nuestras vidas a ejemplo de la de Cristo, y tengamos sus mismos sentimientos. Oremos. ℟.

En silencio presentamos nuestras intenciones.

El sacerdote termina la plegaria universal:
Escucha, Señor, benignamente nuestras súplicas y renueva tu alianza con nosotros para que viviendo en comunión contigo, manifestemos tu fidelidad a los hombres. Por Jesucristo nuestro Señor.
℟. Amén.

LITURGIA EUCARÍSTICA

CANTO DE OFERTORIO

LLEVEMOS AL SEÑOR, EL VINO Y EL PAN
LLEVEMOS AL ALTAR, LA VIÑA Y TRIGAL.

/EL SEÑOR NOS DARA, EL NOS DARA SU AMISTAD/

LLEVEMOS AL SEÑOR, PUREZA Y AMOR
LLEVEMOS AL ALTAR, JUSTICIA, HERMANDAD ℟.

LLEVEMOS AL SEÑOR, TRABAJO Y DOLOR
LLEVEMOS AL ALTAR, OFRENDAS DE PAZ ℟.

Inciensa las ofrendas, la cruz y el altar. Después el diácono, u otro ministro, inciensa al sacerdote y al pueblo.

Después, de pie en el centro del aftar, de cara al pueblo, extendiendo y juntando las manos, dice:
Oren, hermanos, para que, trayendo al altar los gozos y las fatigas de cada día, nos dispongamos a ofrecer el sacrificio agradable a Dios, Padre todopoderoso.
℟. El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Luego el Sacerdote, con las manos extendidas, dice la oración sobre las ofrendas:  
SEÑOR, concede propicio a tu Iglesia los dones de la paz y de la unidad, místicamente representados en los dones que hemos ofrecido.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
℟. Amén. 

PREFACIO DE LA SANTÍSIMA EUCARISTÍA II
Los frutos de la Santísima Eucaristía

℣. El Señor esté con ustedes.
℟. Y con tu espíritu.

℣. Levantemos el corazón.
℟. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

℣. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟. Es justo y necesario.

El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas:  
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.

El cual, en la última cena con los apóstoles, para perpetuar su pasión salvadora, se entregó a sí mismo como Cordero inmaculado y Eucaristía perfecta. 

Con este sacramento alimentas y santificas a tus fieles, para que una misma fe ilumine y un mismo amor congregue a todos los hombres que habitan un mismo mundo. 

Así, pues, nos reunimos en torno a la mesa de este sacramento admirable, para que la abundancia de tu gracia nos lleve a poseer la vida celestial. 

Por eso, Señor, todas tus criaturas, en el cielo y en la tierra, te adoran cantando un cántico nuevo; y también nosotros, con los ángeles, te aclamamos por siempre diciendo:

SANTO
(Misa colombiana)

SANTO, SANTO, SANTO ES EL SEÑOR, DIOS DEL UNIVERSO.
LLENOS ESTÁN EL CIELO Y LA TIERRA DE TU GLORIA.
HOSANNA EN EL CIELO.

BENDITO EL QUE VIENE EN NOMBRE DEL SEÑOR.

HOSANNA EN EL CIELO.

PLEGARIA EUCARÍSTICA I
O CANON ROMANO

El sacerdote, con las manos extendidas, dice:  
CP:
PADRE misericordioso, te pedimos humildemente, por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, 

Junta las manos y dice: 
que aceptes 

Traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz conjuntamente, diciendo:
y bendigas  estos dones, este sacrificio santo y puro que te ofrecemos, 

Con las manos extendidas, prosigue: 
ante todo, por tu Iglesia santa y católica, para que le concedas la paz, la protejas, la congregues en la unidad y la gobiernes en el mundo entero, con tu servidor el Papa N., con nuestro Obispo N.
__________________

Cuando celebra un Obispo que no es el ordinario diocesano, dice:
con mi hermano N., Obispo de esta iglesia de N., conmigo, indigno siervo tuyo,
__________________

y todos los demás Obispos que, fieles a la verdad, promueven la fe católica y apostólica.

Conmemoración de los vivos
C1: 
Acuérdate, Señor, de tus hijos [N. y N.

Junta las manos y ora unos momentos por quienes tiene la intención de orar. 
Después, con las manos extendida, prosigue: 
y de todos los aquí reunidos, cuya fe y entrega bien conoces; por ellos y todos los suyos, por el perdón de sus pecados y la salvación que esperan, te ofrecemos, y ellos mismos te ofrecen, este sacrificio de alabanza, a tí, eterno Dios, vivo y verdadero.

Conmemoración de los Santos
C2: 
Reunidos en comunión con toda la Iglesia, veneramos la memoria, ante todo, de la gloriosa siempre Virgen María, Madre de Jesucristo, nuestro Dios y Señor; la de su esposo, san José; la de los santos apóstoles y mártires Pedro y Pablo, Andrés, [Santiago y Juan, Tomás, Santiago, Felipe, Bartolomé, Mateo, Simón y Tadeo; Lino, Cleto, Clemente, Sixto, Comelio, Cipriano, Lorenzo, Crisógono, Juan y Pablo, Cosme y Damián] y la de todos los santos; por sus méritos y oraciones concédenos en todo tu protección. 
[Por Cristo, nuestro Señor. Amén.]

Con las manos extendidas, prosigue:
CP: 
Acepta, Señor, en tu bondad, esta ofrenda de tus siervos y de toda tu familia santa; ordena en tu paz nuestros días, líbranos de la condenación eterna y cuéntanos entre tus elegidos.

Extendiendo las mano sobre las ofrendas, dice: 
CC: 
Bendice y santifica esta ofrenda, Padre, haciéndola perfecta, espiritual y digna de ti: que se convierta para nosotros en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo amado, Jesucristo, nuestro Señor. 

El cual, la víspera de su Pasión, 

Toma el pan y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue: 
tomó pan en sus santas y venerables manos, 

Eleva los ojos. 
y, elevando los ojos al cielo, hacia ti, Dios, Padre suyo todopoderoso, dando gracias te bendijo, lo partió, y lo dio a sus discípulos.

Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora haciendo genuflexión.

Después prosigue: 
Del mismo modo, acabada la cena, 

Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue: 
tomó este cáliz glorioso en sus santas y venerables manos, dando gracias te bendijo, y lo dio a sus discípulos.

Muestra el cáliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora haciendo genuflexión.

Luego dice: 
Éste es el Misterio de nuestra fe, Cristo nos redimió.
℟. Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz, anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas.

Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice: 
CC: 
Por eso, Padre, nosotros, tus siervos, y todo tu pueblo santo, al celebrar este memorial de la muerte gloriosa de Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, de su santa resurrección del lugar de los muertos y de su admirable ascensión a los cielos, te ofrecemos, Dios de gloría y majestad, de los mismos bienes que nos has dado, el sacrificio puro, inmaculado y santo: pan de vida eterna y cáliz de eterna salvación. 

Mira con ojos de bondad esta ofrenda y acéptala, como aceptaste los dones del justo Abel el sacrificio de Abraham, nuestro padre en la fe, y la oblación pura de tu sumo sacerdote Melquísedec.

Inclinado, con las manos juntas, prosigue: 
Te pedimos humildemente, Dios todopoderoso, que esta ofrenda sea llevada a tu presencia, hasta el altar del cielo, por manos de tu Angel, para que cuantos recibimos el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, al participar aquí de este altar, 

Se endereza y se signa, diciendo: 
seamos colmados de gracia y bendición. 

junta las manos. 
[Por Cristo, nuestro Señor. Amén.]  

Conmemoración de los difuntos
Con las manos extendidas, dice: 
C3: 
Acuérdate también, Señor, de tus hijos [N. y N.], que nos han precedido con el signo de la fe y duermen ya el sueño de la paz. 

Junta las manos y ora unos momentos por los difuntos por quienes tiene intención de orar.
Después, con las manos extendidas, prosigue: 
A ellos, Señor, y a cuantos descansan en Cristo, concédeles el lugar del consuelo, de la luz y de la paz. 

Junta las manos. 
[Por Cristo, nuestro Señor. Amén.]

Con la mano derecha se golpea el pecho, diciendo: 
C4: 
Y a nosotros, pecadores, siervos tuyos, 

Con las manos extendidas, prosigue: 
que confiamos en tu infinita misericordia, admítenos en la asamblea de los santos apóstoles y mártires Juan el Bautista, Esteban, Matías y Bernabé, [Ignacio, Alejandro, Marcelino y Pedro, Felicidad y Perpetua, Águeda, Lucía, Inés, Cecilia, Anastasia,] y de todos los santos; y acéptanos en su compañía, no por nuestros méritos, sino conforme a tu bondad. 

Junta las manos. 
Por Cristo, Señor nuestro.

Y continúa: 
CP: 
Por quien sigues creando todos los bienes, los santificas, los llenas de vida, los bendices y los repartes entre nosotros.  

Toma la patena con el pan consagrado y el cáliz, los eleva y dice:
Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. 
℟. Amén.  

RITO DE COMUNIÓN

Una vez depositados el cáliz y la patena sobre el altar, el sacerdote, con las manos juntas, dice:
Antes de participar en el banquete de la Eucaristía, signo de reconciliación y vínculo de unión fraterna, oremos juntos como el Señor nos ha enseñado:

Extiende las manos y, junto con el pueblo, continúa:
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.

Solo el sacerdote, con las manos extendidas, prosigue diciendo:
Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.
℟. Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.  

Solo el sacerdote, con las manos extendidas, prosigue diciendo:
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: «La paz les dejo, mi paz les doy», no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. 
Junta las manos. 
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
℟. Amén. 

El sacerdote, vuelto hacia el pueblo, extendiendo y juntando las manos, alidde: 
La paz del Señor esté siempre con ustedes.
℟. Y con tu espíritu. 

Luego, si se juzga oportuno, el diácono, o el sacerdote, añade: 
En Cristo, que nos ha hecho hermanos con su cruz, dense la paz como signo de reconciliación.

CORDERO DE DIOS
(Misa colombiana)

CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO,
TEN PIEDAD DE NOSOTROS.

CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO,
TEN PIEDAD DE NOSOTROS.

CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO,
DANOS LA PAZ.

El sacerdote hace genuflexión, toma el pan consagrado y, sosteniéndolo un poco elevado sobre la patena o sobre el cáliz, de cara al pueblo, dice con voz clara:
Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor.
℟. Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

CANTO DE COMUNIÓN
(Pan de vida nueva)

PAN DE VIDA ETERNA
DON DIVINO PARA EL HOMBRE
ALIMENTO QUE SOSTIENE AL MUNDO
DON ESPLÉNDIDO DE GRACIA

FRUTO ANSIADO Y SUBLIME
DE AQUEL ÁRBOL DE LA VIDA
QUE ADÁN NEGÓ CON SU PECADO
PERO HOY CRISTO NOS REGALA.

PAN DE VIDA NUEVA
SANGRE DE LA NUEVA ALIANZA
PAN VIVIENTE QUE BAJÓ DEL CIELO
FUENTE DE GRACIA PARA EL MUNDO.

TÚ, CORDERO INMOLADO
EN TU SANGRE ESTÁ LA VIDA
MEMORIAL DE TAL SUBLIME PASCUA
DE LA NUEVA ALIANZA. 

EL MANÁ EN EL DESIERTO
FUE ALIMENTO PARA EL PUEBLO
HOY SUSTENTA, NUTRE Y RECONFORTA
A LA IGLESIA QUE CAMINA. ℟.

VINO DE LA ALEGRÍA
QUE ENCIENDE NUESTRAS ALMAS
ERES TÚ EL FRUTO MÁS SABROSO
DE LA VIÑA DE DIOS PADRE.

DE LA VID AL SARMIENTO
FLUYE LA DIVINA SAVIA
QUE CONTIENE LA VIDA TRINITARIA
EL AMOR QUE AMA SIEMPRE. ℟.

AMÉN.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Luego, de pie en el altar o en la sede, el sacerdote, vuelto hacia el pueblo, con las manos juntas, dice:
Oremos.
Y todos, junto con el sacerdote, oran en silencio durante unos momentos, a no ser que este silencio ya se hdya hecho antes. Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice la oración después de la Comunión:
Concédenos, Señor, saciarnos del gozo eterno de tu divinidad, anticipado en la recepción actual de tu precioso Cuerpo y Sangre. 
Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
℟. Amén.

RPROCESIÓN CON EL SANTÍSIMO SACRAMENTO

Dicha la oración después de la comunión y omitidos los ritos conclusivos, se organiza la procesión.

BENDICIÓN CON EL SANTÍSIMO SACRAMENTO

Llegados al lugar dónde termina la procesión, el sacerdote se dispone para la bendición, diciendo:  
Les diste Señor el pan del cielo.
℟. Que contiene en sí todo deleite.

℣. Oremos.
Oh Dios, que redimiste a todos los hombres con el misterio pascual de Cristo, conserva en nosotros la obra de tu misericordia, para que, venerando constantemente el misterio de nuestra salvación, merezcamos conseguir su fruto. Por Jesucristo, nuestro Señor.
℟. Amén.

Luego de la bendición, se puede realizar un canto apropiado.

El sacerdote, luego de la bendición, reserva la pixide con la forma consagrada en el sagrario.

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